La práctica de valores democráticos implica, de parte de una persona, determinado nivel de desarrollo moral. Las personas que tienen un nivel de desarrollo moral preconvencional tendrán dificultades para practicar los valores democráticos. Por ello, es importante promover una aadecuada educación moral que permita el desarrollo moral de las personas.
El desarrollo moral se sustenta sobre la base de cierto desarrollo cognitivo, aunque ello no es determinante. Es decir, el desarrollo cognitivo o intelectual no garantiza el desarrollo moral. Solo una educación moral que permita a las personas desarrollar su inteligencia moral (a través del conflicto moral) logrará el desarrollo moral.
Los estudiantes comprenderán a cabalidad los valores democráticos, no con discursos, sino cuando sientan que son parte de su vida y que son básicos para convivir en armonía con los demás.
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